Los ataques informáticos no ocurren de manera improvisada. Detrás de cada incidente grave suele haber semanas o incluso meses de preparación estratégica.
Los delincuentes digitales siguen una serie de pasos bien estructurados, lo que se conoce como las fases de un ciberataque.
Entender este proceso es clave para anticiparse, detectar señales tempranas y reforzar la seguridad de tu empresa antes de que el daño sea irreversible.

¿Cuáles son las fases de un ciberataque?
Reconocimiento y preparación; el primer paso del ciberataque
Antes de lanzar un ataque, los ciberdelincuentes dedican tiempo a recolectar información sobre su objetivo. Analizan la web de la empresa, redes sociales corporativas, bases de datos públicas y realizan escaneos de red para encontrar vulnerabilidades expuestas.
En esta fase también se diseñan los vectores de ataque: phishing personalizado, malware a medida o explotación de fallos conocidos.
Dato importante: En el 93% de los ataques exitosos, el reconocimiento previo fue crucial para localizar la debilidad (fuente: Verizon Data Breach Investigations Report, 2023).
Intrusión y acceso inicial: cuando comienza el verdadero ataque
Con toda la información recopilada, el atacante ejecuta el primer movimiento: Puede tratarse de un correo de phishing, la explotación de un sistema sin parchear o la captura de contraseñas débiles. El objetivo es ganar un primer acceso, aunque sea limitado.
En esta fase, los sistemas de detección temprana (como los SIEM o EDR) son esenciales para evitar que el acceso inicial se convierta en una brecha mayor.
Clave para las empresas: Un solo clic erróneo de un empleado puede comprometer toda la red.
Escalada, expansión y ejecución: el ciberataque se despliega
Tras lograr acceso, el siguiente paso es escalar privilegios dentro de los sistemas de la empresa. Los atacantes buscan convertirse en administradores, acceder a servidores críticos o moverse lateralmente entre distintos dispositivos.
Una vez conseguido el control suficiente, ejecutan su objetivo:
- Cifran datos (ransomware).
- Roban información confidencial.
- Interrumpen operaciones críticas.
Este es el momento donde el ataque genera el máximo impacto si no ha sido detectado.
Ejemplo real: El ataque de ransomware a Colonial Pipeline en 2021 comenzó con el acceso a una sola cuenta VPN no protegida por doble factor de autenticación (fuente: FBI report).
Exfiltración de datos, extorsión y persistencia: el ataque no termina
Después de cumplir su objetivo principal, los atacantes suelen extraer información sensible (exfiltración) para venderla o extorsionar a la empresa. En paralelo, muchos instalan «puertas traseras» para poder acceder de nuevo en el futuro sin ser detectados.
El daño aquí no solo es económico: afecta a la reputación, la confianza de clientes y puede implicar sanciones legales por exposición de datos personales (RGPD).
¿Cómo detectar un ciberataque en cada fase y actuar a tiempo?
Entender las fases de un ciberataque es el primer paso, pero lo que realmente marca la diferencia es la prevención activa. Aquí algunas acciones clave:
- Monitorizar el tráfico de red para detectar accesos inusuales (fase de reconocimiento).
- Aplicar doble factor de autenticación y actualizaciones regulares (fase de intrusión).
- Segmentar redes y sistemas críticos para limitar el movimiento lateral (fase de expansión).
- Controlar salidas de datos y realizar auditorías periódicas (fase de exfiltración).
La importancia de una respuesta rápida y profesional ante ciberataques
En caso de detectar un ciberataque en curso, la rapidez y la preparación marcan la diferencia. Contar con un plan de respuesta ante incidentes y socios especializados como Acesa puede evitar daños mayores, garantizar la recuperación y cumplir con las obligaciones legales de notificación de brechas.
No se trata de preguntarse si tu empresa sufrirá un intento de ataque, sino cuándo. Y la preparación previa es tu mejor defensa.