Escribía el año pasado Mary C. Long en Adweek que es más fácil que te olvides de lavarte los dientes que que te dejes olvidado el móvil en casa. Introducía el tema de que las empresas necesitan estar presentes en los móviles de sus clientes porque la alternativa es que éstos dejarán de hablar con ellas.
Su artículo resume tan bien la necesidad de innovar en empresas de cualquier tamaño y sector que no nos podemos resistir a ofrecerte un resumen de sus ideas centrales.
Cualquier tamaño
¿Por qué deberían innovar todas las empresas? ¿Acaso la microempresa familiar necesita tener un ojo puesto en el futuro en lugar de dedicar el 100 % de sus recursos a atender a sus clientes de una forma personal e individualizada?
Pensemos en Uber y cómo ha cambiado el paradigma del transporte. Miles de taxistas sólo en España están ahora afectados por un servicio disruptivo, y la mayoría de ellos son autónomos con una licencia. Los que han sido capaces de mirar al futuro se han adaptado a los nuevos tiempos con innovaciones en el servicio, en las formas de pago y en la comunicación con sus clientes. No tenemos más que fijarnos en el ejemplo de @TaxiOviedo.
Es cierto que las empresas grandes tienen más recursos, y que muchas de ellas cuentan con departamentos dedicados únicamente a la investigación, a la innovación y a mirar más allá del horizonte. Pero, como dice Matt Greeley, CEO y fundador de Brightidea, en el mismo artículo, “una persona basta para dar impulso a un programa de innovación”.
Lecciones que nos da el futuro
¿Qué podemos aprender de la innovación que hacen las grandes empresas y de los cambios que están suponiendo una disrupción en la forma de hacer las cosas?
Lección número 1: Es importante designar al menos a una persona que mire al futuro
Incluso las microempresas familiares pueden sufrir cuando otros actores cambian la forma en que los clientes esperan relacionarse con sus proveedores. Por eso, el que haya alguien pendiente de los cambios que empieza a haber en el sector y en otros sectores afines o complementarios ayuda a prepararse para lo que está por venir.
Lección número 2: Esa cosa indispensable que ofreces a tus clientes no tiene porqué seguir siendo indispensable
Hace unos años, el teléfono fijo era indispensable para la comunicación familiar. El papel fotográfico era indispensable para conservar los recuerdos de las vacaciones. El reloj de pulsera era indispensable para todo ciudadano que quisiera llegar a tiempo a sus citas.
¿Qué cosas que hace sólo veinte años eran absolutamente indispensables en casa o en la oficina son ahora perfectamente prescindibles?
Lección número 3: Una única innovación sólida puede crear una onda expansiva
Los pagos móviles están revolucionando la forma en que los usuarios se relacionan con sus proveedores y con otros usuarios, en lo que a dinero se refiere.
Una única aplicación como Qkr! de MasterCard sirve para pagar bienes y servicios en tienda sin necesidad de hacer cola, hacer compras online, dividirse la cuenta en un restaurante, reservar entradas en estadios y teatros, pagar la factura del colegio o la suscripción al gimnasio, etc.
Todo esto, según John Sheldon, vicepresidente de Innovación en MasterCard, es posible gracias a la cultura de la innovación que se ha instalado en la compañía.
Los pilares de la innovación
Sheldon nos invita a aplicar en cualquier empresa los tres pilares que han sido clave para crear la cultura de la innovación en MasterCard:
- La innovación no debe estar limitada a los laboratorios o los departamentos de I+D+i. Todos los empleados pueden ser fuente de nuevas ideas, porque cada uno ve los problemas y las oportunidades desde ángulos distintos.
- Cuando se describa un problema, hay que ser lo más conciso posible. De esta manera las ideas recibidas serán menos, pero de mucha mayor calidad.
- Hay que repensar el éxito y el fracaso. Los “fracasos inteligentes” nos dan la oportunidad de aprender de ellos; celebrar los éxitos, aunque sean pequeños, sube la moral de los empleados. Todas las contribuciones han de ser reconocidas, porque cada una de ellas es un paso hacia el éxito del proyecto.
Un flujo consistente de ideas crea una cultura de la innovación en toda la empresa. Cuanto más tardemos en captar esas ideas, más difícil será mantener el ritmo de la competencia y de los usuarios.
Escuchar, escuchar, escuchar. A los empleados, a los socios, a los usuarios. Y mirar más allá del horizonte. El que monta en bicicleta con los ojos clavados en la rueda delantera inevitablemente se cae.